AUTOR: Jose Antonio Panero.
EDITORIAL: SM
PÁGINAS: 116
OPINIÓN: Este libro me ha gustado mucho. Es muy interesante. ¡LEÉROSLO!
- Resumen:
Cuando Laila
tuvo a su hijo Danko, la alegría de la familia era inmensa. Danko, desde
pequeño, fue un potro hermosísimo, con una blanca estrella en la frente. Era
como un caballo mágico: tenía más fuerza que cuatro caballos juntos, corría más
que el viento, entendía el lenguaje de las personas... Aunque solo obedecía a
su joven amo Grígor.
Grígor y Danko no se separaban nunca. Todo el pueblo de Batalay se enteró del nacimiento de aquel animal, y la noticia también llegó a oídos del ambicioso y rico Pávirich.
Pávirich era un hombre rico y ambicioso que se dedicaba a estafar a quien pillaba.
Grígor y Danko no se separaban nunca. Todo el pueblo de Batalay se enteró del nacimiento de aquel animal, y la noticia también llegó a oídos del ambicioso y rico Pávirich.
Pávirich era un hombre rico y ambicioso que se dedicaba a estafar a quien pillaba.
Cuando
Pávirich se enteró de la existencia de aquel animal, fue a Batalay expresamente
para comprarlo, pero Grígor no quiso vendérselo. El muchacho le demostró con
varias pruebas que verdaderamente su caballo no era un caballo cualquiera, pero
no aceptó la oferta.
Pávirich, no estaba dispuesto a irse de aquel pueblo con las manos vacías y encima dejando allí a esa maravilla de potro. Así que, al día siguiente secuestró a Danko y a Grígor. Pávirich se llevó a la pareja muy lejos de Batalay, donde nadie que los conociera pudiese liberarlos.
Pero, lo que no sabía Pávirich, era que, desde pequeño, Danko sabía observar y reconocer las estrellas. Y gracias a esto, a lo mejor Grígor y su amigo tenían la oportunidad de salvar sus vidas.
Pávirich, no estaba dispuesto a irse de aquel pueblo con las manos vacías y encima dejando allí a esa maravilla de potro. Así que, al día siguiente secuestró a Danko y a Grígor. Pávirich se llevó a la pareja muy lejos de Batalay, donde nadie que los conociera pudiese liberarlos.
Pero, lo que no sabía Pávirich, era que, desde pequeño, Danko sabía observar y reconocer las estrellas. Y gracias a esto, a lo mejor Grígor y su amigo tenían la oportunidad de salvar sus vidas.
ELENA GIL 6ºA
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